Emociones, nervios de Diego en la espera de Elena, lágrimas al verse por primera vez ahí delante de todos los invitados también emocionados y todo esto en el lago del Balneario de Panticosa, un lugar precioso y en un día con predicción de lluvias que acabo siendo un día espectacular, por que el agua respetó el gran día de Diego y Elena.
Invitados radiantes y con ganas de pasarlo bien, una pareja llena de amor con miradas cómplices constantes, y millones de sorpresas preparadas con mucho cariño hicieron que no quisiéramos que acabara el día jamás.
Momentos tan bonitos y tan emotivos como el regalo a las abuelas, o la entrega del ramo, y momentos tan cañeros de amigos donde se ve que la pareja esta rodeada de gente que la quiere.
Un gran día, una gran boda acompañando a Beatriz Pitarch debajo de las montañas imponentes del Pirineo Aragones, ahí en plena naturaleza… ¡¡PRECIOSO!!