Soy una persona con mucha empatía, siempre me meto de lleno en una boda pero en el día de la boda de Carla y David lloré, reí y me emocioné como si la que se casaba fuera yo.

Que bonito fue todo, una pareja llena de complicidad y miradas, invitados radiantes y super implicados, llorando, riendo y bailando con ellos. David es el hermano de una de la mejores personas que conozco, Laura y yo nos criamos juntas, y David y Carla cuando me llamaron para decirme de formar parte de su día haciendo fotos me pareció uno de los mejores regalos del mundo.

Que bonito formar parte de algo así, una ceremonia espectacular oficiada por Daniel uno de los peques de ellos, el otro, Yago llevando los anillos en un maletín, las lágrimas que resbalaron por todas las mejillas de los allí presentes incluida yo, los manteos a ambos, los miles de abrazos, los bailes durante la cena y hasta el momento bingo en plena fiesta…por eso y mucho más digo gracias Carla y David por regalarme un día así, gracias a Beatriz Pitarch por acompañarme siempre con una sonrisa y aportando fotones a un día alucinante.